Después del varapalo del pasado sábado, a uno no le quedan muchas ganas de hablar de nuestro próximo rival, porque cualquiera de la ACB es superior a nosotros e incluso me entran dudas de si no nos ganaría alguno de la LEB…
Pero la vida sigue y creo que es pronto para arrojar la toalla. A pesar de que todavía no han cesado a Valdeolmillos, mantengo una tímida esperanza de que el equipo vaya mejorando y de que por lo menos compita con dignidad.
Y el próximo sábado no lo tendremos nada fácil ante un Andorra que tiene un buen equipo y que está peleando por meterse en la Copa.
A pesar de haber perdido a Jaime Fernández, Andorra mantiene buena parte del equipo que el año pasado consiguió jugar los Play-Off, y además se ha reforzado con algunos jugadores muy interesantes.
En la dirección el protagonista es el francés Albicy, quien ha alternado grandes partidos con otros mucho peores. Le complementa el hispano-brasileño Rafa Luz, con menor protagonismo.
Por fuera destaca Dylan Ennis, un jugador que hace de todo y casi todo bien. También tienen bastantes minutos Vitali y Jelinek, mientras que Walker acaba de recuperarse de su lesión.
Su juego interior es muy potente, destacando Diagné y Shurna, repartiéndose los demás minutos entre Wittington, Stevic y Upshaw.
Y en el banquillo tienen a un buen entrenador como Ibon Navarro, que tiene el reto de hacer olvidar a Joan Peñarroya.
Con todo esto y viendo nuestro nivel de juego, pensar en la victoria puede parecer una quimera. Sin embargo, espero que el equipo salga a darlo todo, con confianza, pensando en que puede ganar el partido.
¡A ver si nos dan una alegría!