El resultado más importante, para mí, de la Junta de fue que Badiola comunicó públicamente graves irregularidades en la administración y gestión de la Real Sociedad durante los últimos años.
Irregularidades de tal calibre, que lo lógico es que tenían que estar ya en el juzgado. No se puede entender que, desde abril, no esté presentada la denuncia.
Denuncia, no sólo en el juzgado, también en Hacienda, en la Federación y hasta en la Comisión Antidopaje.
No se puede tirar la piedra y esconder la mano.
¿Qué deben hacer ahora los acreedores como la Kutxa, la Diputación?
Badiola y su Consejo son los únicos que tienen las pruebas. Si todo esto que ayer se dijo es verdad no hay otra salida. Ahora, si no lo denuncian, podían ser culpables por ocultamiento de delitos.