por Scarrot el Mar Sep 30, 2008 10:48 am
Claro Paquito, el pobre Badiola pensaba que el agujero eran 6 millones de euros y una noche que no cogía el sueño, se dijo: ¡¡Demonios, seis milloncejos de nada!! ¡¡La Real, el equipo de mi vida, tendré que pensarme si hacerme socio…!! ¡¡Esa calderilla la cubro yo con el cimbrel!! – la calderilla de hacerse socio, digo. Y dicho y hecho: se acercó a las oficinas y se hizo socio. Es un hombre de palabra.
Luego llego la DD – aplausos – que descubrió que la deuda eran 25 millones y Badiola se enfado mucho. La empresa que él dirigía, el club de sus amores del que ahora ya se había hecho socio, tenía un agujero de manda carallo. Y se pilló una casqueta que ni mi sobrino.
¿Y los seis millones de euros que iba a generar vendiendo baberos con el logotipo de la Expo de Shangai y un escudito de la Real? Esos seis millones ahora son todos para mí, ¡¡qué demonios!! Si es que ser presidente de la Real es una gozada: haces promesas que no cumples y encima un sector de la afición te saca la cara.
Así que dijo: me da igual que el club de mis amores deba 25 millones, me la trae floja. Esos 6 millones son míos y sólo míos, nunca de la Real. Y cuando yo deje la Real, dentro de muchos años y cientos de titulares de prensa después - ¡¡Dios, cómo no se me ocurrió esto antes, cuando no me conocía ni Cristo!! – tendrán un agujero del copón, el mismo que me han dejado a mí.
Tras él, llegará otro que ame al club como lo hace él, y dirá: todos los ingresos que genere serán para mí, porque no voy a tapar los agujeros de otros. Y tras él llegará otro, y después otro y otro. Y ninguno tapará la deuda.
Hasta que por fin, dentro de cincuenta años, los fácticos vuelvan al poder gracias a la cantidad de acciones que acumulan, y entonces ellos sí, que fueron los que generaron la deuda, tratarán de reducirla y hacerla desaparecer.
Hasta entonces, tendremos que aguantar a unos cuantos Badiola más, que no vienen a tapar los agujeros del club, sino que vienen a denunciar que el equipo del subcampeonato se dopó y que se ha defraudado a hacienda.
Porque eso es lo que hace la gente que ama a la Real por encima de todas las cosas – hasta el punto de llegar a hacerse socio (más aplausos) – no genera ni una peseta para ella y la enmierda todo lo que puede.
Con amigos así, ¿quién quiere enemigos?
