El tema abierto por Dick-Turpin me ha hecho reflexionar sobre lo arriba indicado.
El equipo de mi pueblo, como otros tantos gipuzkoanos, ha sido saqueado históricamente por la Real Sociedad y, en menor medida, por el Eibar, llevándose a los mejores infantiles y juveniles que estaban en pleno proceso de formación, llamados por el nombre y el dinero de un club de superior categoría a cambio de unos escasos y, demasiadas veces, inútiles cesiones.
Nosotros no tenemos esperanza de subir más allá de tercera, en cuanto aparece una posible figura, zas!, desaparece.
Pero no lloramos, nunca lo hemos hecho, nos alegramos de que los chavales del pueblo asciendan en su profesión y estamos orgullosos de servir al o a los equipos que representan a nuestra tierra.
Nosotros surtimos la cantera de la real, mucho más que Donosti, no hay más que mirar la cantidad de jugadores salidos de los filiales de la real y los salidos de otros equipos, sean convenidos (palabra que esconde una fidelización económica de la que se debería hablar algún día) o no.
Y cuando un chaval de pueblo sale de la real, no a cambio de pequeñas cesiones, sino de grandes cantidades de euros, a un equipo superior en caché y dinero, yo, pobre pueblerino, me sigo alegrando por él.
En este foro parece que muchos piensan que todos los "canteranos" son de la playa de la Concha, pero no es cierto, son jugadores "robados" en mi pueblo y en otros pueblos, y actúan como si la única representación que ostentan sea la de Donostia, más incierto todavía. Representan a Gipuzkoa, porque Gipuzkoa les da la representación, anteayer solo a la real y ahora también al eibar.
Ni me alegro ni me dejo de alegrar por el resultado del domingo, para nada, al fin y al cabo ganó uno de mis equipos y además el que más lo mereció y el que a la larga más lo va a necesitar.
Creo que es una reflexión que debía de plantear a los donostiarras que se miran el ombligo como centro de su mundo.
Un saludo y buenas noches.
PD: A por el Krasnodar, oe, oe, oe.