http://www.diariovasco.com/gipuzkoa/201 ... 905-v.html
He leído este artículo y me he emocionado. Es escalofriante que esto ocurra en nuestra sociedad. Pero todavía es más impactante el contraste que se produce entre la situación económica en la que se encuentra RUBÉN y la de los que juegan al fútbol al otro lado del césped.
La REAL debería de ofrecer trabajo a este ciudadano, que ha escogido el estadio de Anoeta como improvisado hogar. Sería un gesto magnífico.