La plataforma a través de la cual veo los partidos de liga, que ha comprado los derechos televisivos de la Supercopa, nos la regala a los abonados si así lo solicitamos.
Esto significa que el interés que ha suscitado esta competición, a desarrollarse en Arabia, es mínimo.
Yo, desde luego, no me pienso apuntar, aunque me vaya a salir gratis.
Me alegro del rasgo de dignidad de las televisiones públicas en no haber pujado por esta pseudocompetición.