Articulo de Oier fano
Publicado: Mar Mar 15, 2016 5:13 pm
Oier Fano, en otros tiempos furibundo Anti athletic, escribe hoy un artículo del que destaco estos párrafos:
"A algunos les duele la comparación con el Athletic. Pero el conjunto bilbaíno va camino de conseguir su séptima clasificación europea en 8 temporadas. 8 temporadas en las que han ganado un título (menor, pero título). En las que han visto una final europea, finales de Copa –en plural- y de Supercopa. En las que han ganado en Old Trafford ante leyendas como Wayne Rooney o Ryan Giggs. Cuando sentía pasión por la Real, me cegaba esa idea de que había que “odiarlos” –es un decir, son palabras fuertes que no tiene sentido utilizar ni en fútbol ni posiblemente en cualquier ámbito-. Hoy los miro con envidia sana y respeto. Al fin y al cabo, al margen de que se hagan trampas al solitario en ocasiones, llevan al extremo una máxima. “Exigencia, exigencia, exigencia, exigencia, exigencia, exigencia”. ¡¡Que han tenido a su estrella dando vueltas a Lezama por no querer renovar y rechazando millones!! “¿Te quieres ir y no por la cláusula? No te preocupes. Te vas a ir gratis. Pero te vas a pasar un año dando vueltas como si fueses Fermín Cacho”. Y yo, equivocado, me descojonaba. “Están tirando a la basura los 20 millones que les ofrecen por Fernando Llorente”. Y no. La dignidad como club no merecía la pena venderla por 20 millones. Y los jugadores están de paso, y después de Fernando Llorente llegó Aritz Aduriz, y después Iñaki Williams, y los resultados fueron mejores si cabe. Porque ante el fenómeno grupie se impone la exigencia.
A lo que voy es que quizás ha llegado el tiempo de tomarles como ejemplo en algunos (en algunas) facetas. Como la exigencia que inculcan a sus futbolistas desde infantiles. La pericia de sus presidentes para llevarse el gato al agua, llámese campo nuevo, llámese buena prensa fuera de sus fronteras, llámese asistencia al campo y griterío en las gradas.
Y utilizo, como decía, la comparación con el Athletic porque sé que a algunos les duele. Pero pensadlo por un momento. ¿No queremos eso? ¿Sentir en el campo que esos 11 “cabrones millonarios” -que diría Bielsa o Toshack- que quieren vivir sin presión transmitan algo más que desazón, apatía, aburrimiento y amargura?
¿No queremos un presidente que ponga en jaque a quien haga falta (futbolistas incluidos) con tal de defender el escudo del club? ¿No queremos un Consejo que en lugar de parchear un campo y convertirlo en un mamotreto de 42.000 asientos sobredimensionado construya, con el dinero que existe y con los pingües ingresos de las televisiones, un campo adaptado a medida a las necesidades del club? No pretendo que la gente sienta empatía con el eterno rival –como me ha pasado últimamente-. Ni de lejos lo pretendo. Que el pique siga y que las ganas de meterle cinco al Athletic continúen o incluso sean mayores. Pero, seamos serios. ¿No debemos mirarles como ejemplo cercano de cómo hay que hacer las cosas, o si preferís, algunas cosas? Y mi respeto no viene por las finales a las que llegan, por el título de la Supercopa o por que cada año compiten en Europa. Del Athletic admiro el respeto que tienen por lo más básico en el fútbol. Competir. Exigirse. Exigir. Y dejar el fenómeno grupie (ejemplo, Fernando Llorente) comprendiendo que el escudo está por encima de los demás jugadores de paso".
"A algunos les duele la comparación con el Athletic. Pero el conjunto bilbaíno va camino de conseguir su séptima clasificación europea en 8 temporadas. 8 temporadas en las que han ganado un título (menor, pero título). En las que han visto una final europea, finales de Copa –en plural- y de Supercopa. En las que han ganado en Old Trafford ante leyendas como Wayne Rooney o Ryan Giggs. Cuando sentía pasión por la Real, me cegaba esa idea de que había que “odiarlos” –es un decir, son palabras fuertes que no tiene sentido utilizar ni en fútbol ni posiblemente en cualquier ámbito-. Hoy los miro con envidia sana y respeto. Al fin y al cabo, al margen de que se hagan trampas al solitario en ocasiones, llevan al extremo una máxima. “Exigencia, exigencia, exigencia, exigencia, exigencia, exigencia”. ¡¡Que han tenido a su estrella dando vueltas a Lezama por no querer renovar y rechazando millones!! “¿Te quieres ir y no por la cláusula? No te preocupes. Te vas a ir gratis. Pero te vas a pasar un año dando vueltas como si fueses Fermín Cacho”. Y yo, equivocado, me descojonaba. “Están tirando a la basura los 20 millones que les ofrecen por Fernando Llorente”. Y no. La dignidad como club no merecía la pena venderla por 20 millones. Y los jugadores están de paso, y después de Fernando Llorente llegó Aritz Aduriz, y después Iñaki Williams, y los resultados fueron mejores si cabe. Porque ante el fenómeno grupie se impone la exigencia.
A lo que voy es que quizás ha llegado el tiempo de tomarles como ejemplo en algunos (en algunas) facetas. Como la exigencia que inculcan a sus futbolistas desde infantiles. La pericia de sus presidentes para llevarse el gato al agua, llámese campo nuevo, llámese buena prensa fuera de sus fronteras, llámese asistencia al campo y griterío en las gradas.
Y utilizo, como decía, la comparación con el Athletic porque sé que a algunos les duele. Pero pensadlo por un momento. ¿No queremos eso? ¿Sentir en el campo que esos 11 “cabrones millonarios” -que diría Bielsa o Toshack- que quieren vivir sin presión transmitan algo más que desazón, apatía, aburrimiento y amargura?
¿No queremos un presidente que ponga en jaque a quien haga falta (futbolistas incluidos) con tal de defender el escudo del club? ¿No queremos un Consejo que en lugar de parchear un campo y convertirlo en un mamotreto de 42.000 asientos sobredimensionado construya, con el dinero que existe y con los pingües ingresos de las televisiones, un campo adaptado a medida a las necesidades del club? No pretendo que la gente sienta empatía con el eterno rival –como me ha pasado últimamente-. Ni de lejos lo pretendo. Que el pique siga y que las ganas de meterle cinco al Athletic continúen o incluso sean mayores. Pero, seamos serios. ¿No debemos mirarles como ejemplo cercano de cómo hay que hacer las cosas, o si preferís, algunas cosas? Y mi respeto no viene por las finales a las que llegan, por el título de la Supercopa o por que cada año compiten en Europa. Del Athletic admiro el respeto que tienen por lo más básico en el fútbol. Competir. Exigirse. Exigir. Y dejar el fenómeno grupie (ejemplo, Fernando Llorente) comprendiendo que el escudo está por encima de los demás jugadores de paso".