por Vikingo bat (Legekua) el Dom Mar 20, 2005 12:49 pm
BASURAS Y DIGNIDAD PROFESIONAL
IÑAKI ERAUSKIN URRETABIZKAIA, IÑAKI CASTILLO ARRIOLA, MITXEL ALKORTA ARANBARRI, MIGUEL ÁNGEL MUÑAGORRI ETXABE, ARANTZA ALBERDI IBARZABAL, GEMMA ECEIZA MENDIGUREN Y MIKEL JAIO EIGUREN */* Gerentes de Mancomunidad: Iñaki Erauskin Urretabizkaia (Sasieta), Iñaki Castillo Arriola (San Marcos), Mitxel Alkorta Aranbarri (Urola Medio), Miguel Ángel Muñagorri Etxabe (Txingudi)
Responsables de Medio Ambiente : Arantza Alberdi Ibarzabal (Urola Kosta), Gemma Eceiza Mendiguren (Tolosaldea), Mikel Jaio Eiguren (Alto Deba)
Sr. Odón Elorza, acusamos recibo de su «carta abierta» y pasamos a responderle a los dos únicos temas técnicos que saca usted a la palestra sobre la incineración: los materiales residuales del proceso de incineración (escorias y cenizas) y la incompatibilidad entre incineración y reciclaje. Ambos temas son recurrentes en la literatura anti-incineración desde hace más de treinta años y han sido explicados no pocas veces tanto en exposiciones y debates públicos como en prensa escrita.
En el proceso de incineración y de depuración de gases en los filtros quedan dos tipos de residuos. Por un lado las escorias que suponen entre el 25-27% en peso de los residuos incinerados, pero que debido al importante aumento de densidad que experimentan durante el proceso de incineración representan aproximadamente el 9% en volumen de los residuos que entran en la planta. Estas escorias una vez sometidas a un proceso de tratamiento y maduración en una instalación específica aneja a la propia incineradora constituyen un residuo inerte que puede ser utilizado como material de sustitución tanto en el sector de la construcción como en el de obra civil. No vamos a entrar a valorar lo que hacen con las escorias en la incineradora de San Adrián del Besós, pero muy cerca tiene usted dos ejemplos de buena práctica en la valorización de las mismas: las incineradoras de Tarragona y de Mallorca. Es más, Cataluña es la única Comunidad Autónoma con normativa específica en relación a la valorización de escorias procedentes de incineración de residuos urbanos, la Orden de 15 de febrero de 1996, normativa de obligada referencia en ausencia de normativa autonómica o una regulación marco estatal. Además, y en el supuesto de que se produjera un desfase entre la oferta y la demanda de estas escorias maduradas, contamos en Gipuzkoa con una red de varios vertederos de residuos industriales inertes y residuos no peligrosos que asegurarían el destino de las escorias durante decenios. Baste recordar al respecto que con la capacidad ocupada por la basura en la actualidad en un vertedero durante cinco años, tendríamos capacidad de vertido de escorias durante cincuenta años.
Por otro lado, están las cenizas provenientes de la caldera y de la filtración de los gases de combustión, que tienen la catalogación legal de residuos peligrosos y que suponen un 3% en peso de los residuos entrantes pero un 1% en volumen debido al antes mencionado aumento de densidad. Estas cenizas deben ser tratadas, al igual que cualquier otro residuo de esta naturaleza, por gestor autorizado de residuos peligrosos, de los cuales hay suficientes en nuestra Comunidad Autónoma y en el resto del Estado. Por lo tanto no se preocupe, existen suficientes salidas de reciclaje y de tratamiento ambientalmente adecuado para las escorias y para las cenizas de la incineración tal y como quedará reflejado tanto en el Estudio de Impacto Ambiental como en la Autorización Ambiental Integrada que preceptivamente deberán obtener los proyectos por parte de las autoridades ambientales competentes, en este caso del Gobierno Vasco.
En referencia a la gratuita afirmación de que incineración se opone al reciclaje, la evidencia está en los datos reales y oficiales. En los países de la Unión donde más se incinera, como Dinamarca, Holanda, Suecia, Austria y Alemania, la tasa de reciclaje está en todos ellos alrededor o por encima del 30%. Por el contrario, en los países donde menos se incinera y más se utiliza el vertedero como destino final de los residuos, como Italia, Portugal, España, Grecia y el Reino Unido la tasa media de reciclaje está por de bajo o muy por debajo del 20%.
Por otro lado respecto a los proyectos de plantas de biometanización de basura en desarrollo en España que usted cita, simplemente volver a recordarle que no son alternativa a la incineración, que son complementarias a los vertederos de residuos urbanos, que nos gustaría saber cuántos de estos proyectos se estarían llevando a cabo si no estuviesen siendo subvencionados hasta en un 80% con cargo a Fondos de Cohesión, que son una apuesta tecnológica arriesgada tal y como se están aplicando en nuestro país a basura recogida en masa. Hechos como el sucedido el pasado 8 de de marzo de 2005 en la planta de biometanización de A Coruña, con la aparición de una grieta de tres metros en el biodigestor número 3 que amenazaba con reventar, tal y como sucedió con el biodigestor número 1 en esa misma instalación en junio de 2002, y que provocó la dispersión de 300 toneladas de basura motivando la paralización de la citada planta, son buena muestra de ello. Asimismo el pasado domingo 13 de marzo, el periódico La Vanguardia certificaba en un extenso reportaje el fracaso de la Planta de Zona Franca con un explícito titular: «El Ecoparc de Barcelona suspende» haciéndose eco de las críticas de grupos ecologistas en relación a la gestión del Ecoparque citado.
Tal y como reconoce en su artículo somos, en efecto, especialistas en las basuras y en calidad de tales nuestra misión no es crear ilusiones, sino ofrecer soluciones, técnica y económicamente viables, ambientalmente sostenibles y con las máximas garantías de servicio y calidad para los ciudadanos en relación a la gestión de los residuos.
En lo que respecta al resto de su carta, tal como se lo anticipamos en nuestro artículo del pasado 6 de marzo en este mismo medio de comunicación, no vamos a entrar en temas de índole política y mucho menos a responder a descalificaciones que en nada contribuyen a un debate serio y responsable.
Créanos Sr. Elorza que el PIGRUG a día de hoy y en Gipuzkoa es, después de cuatro años de trabajo consensuado entre las diferentes instituciones y partidos políticos que lo refrendaron, y en el modesto entender de quienes suscribimos ésta nuestra segunda misiva a su persona, el mejor marco de trabajo que podemos ofrecer a nuestros responsables políticos e institucionales para la resolución eficaz y realista del problema de los residuos urbanos en nuestro territorio. Las decisiones les competen a ustedes, los responsables políticos y a nosotros nos corresponde acatar dichas decisiones y materializarlas, pero también nos asiste el derecho y la obligación de emitir nuestra opinión y hacérsela llegar a los ciudadanos cuando entendemos que un problema de tal envergadura no está siendo correctamente enfocado. No tenemos voto pero sí voz, y estamos a su disposición para cuantas aclaraciones, que dentro del respeto, tenga usted a bien requerirnos, en público y en privado.