ZPJaula de Locas:Mejor no creer ninguno

[Frenopaticus]

Ibarra DICE QUE NO :

http://www.abc.es/abc/pg060111/actualidad/nacional/politica/200601/11/rodriguez-ibarra-estatuto-catalan.asp

Otros DICEN QUE SÍ :

El PSOE aceptaría que «nación» figure en el preámbulo del Estatuto de Cataluña para cerrar el acuerdo
Gobierno y CiU mantienen fuertes discrepancias sobre las competencias de la Agencia Tributaria catalana tras la reunión que celebraron ayer en Madrid
G. LÓPEZ ALBA/Y. GÓMEZ



Especial: El Estatuto de Cataluña
El CGPJ no votará de momento su estudio crítico con el proyecto
MADRID. En ningún caso en el articulado, pero el PSOE está dispuesto a aceptar que el término «nación» figure en el preámbulo de su nuevo Estatuto de autonomía para definir Cataluña si con esta concesión, «sin repercusión jurídica alguna», se cierra el acuerdo con el «cuatripartito» catalán, según reconocieron a ABC fuentes conocedoras de los límites para la negociación puestos por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.
En «contrapartida», la definición de Cataluña como «nación» se suprimiría del artículo 1 del proyecto aprobado por el Parlamento autonómico, donde pasaría a hablarse de «comunidad de identidad nacional».
A este respecto, Zapatero dijo ayer en el Fórum Europa que el término «nación» es algo que «afecta a los sentimientos y convicciones, y hay que hacerlos compatibles a través del entendimiento». Según las fuentes consultadas, quien hasta ahora ha mantenido una posición más inamovible en defensa del mantenimiento en el articulado de que Cataluña es una «nación», más incluso que los nacionalistas, ha sido el presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, ya que tal reconocimiento forma parte esencial de su propio proyecto político.
Cumbre de «cohesión» en Moncloa
Zapatero reunió anoche en el Palacio de la Moncloa a los presidentes autonómicos y secretarios regionales socialistas, que integran el Consejo Territorial del PSOE, aunque no se quiso dar a la reunión carácter formal de convocatoria de este órgano.
Además de la exposición que sobre la marcha de las negociaciones hizo el jefe de la delegación socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba, el líder del PSOE pidió a los dirigentes territoriales de su partido que mantengan la cohesión y sean prudentes en sus declaraciones para no entorpecer un acuerdo que, a su juicio, podría alcanzarse en los próximos quince días. No obstante, el jefe del Ejecutivo quiso rebajar públicamente la expectativa temporal alimentada por él mismo —va por la tercera fecha de referencia para cerrar el acuerdo— y ayer declaró que «la prisa no debe sobreponerse a lograr un buen acuerdo».
Hay dinero, pero difiere el modelo
Al igual que ocurrió en la «cumbre» más restringida celebrada en La Moncloa en vísperas del debate sobre el Estado de las Autonomías, en noviembre, a la que únicamente asistieron los presidentes autonómicos y en la que no estuvo Zapatero, el clima general fue el de que «Cataluña tiene que entender que hay unos límites, y si los partidos catalanes no lo entienden, entonces tendremos un problema, ellos y nosotros». Esos límites, «de los que Zapatero no se va a mover», según las fuentes consultadas, son la Constitución y el interés general.
Los dirigentes territoriales del PSOE, al menos los que tienen más peso, se mostraron más preocupados por la financiación que por la definición de Cataluña como «nación», si ésta se circunscribe a «la literatura del preámbulo». A ese respecto, reiteraron un rechazo unánime a la «asimetría financiera» —es decir, a que Cataluña añada una nueva excepción a País Vasco y Navarra— y obtuvieron garantías de que el sistema que se acuerde será de aplicación a todas las comunidades.
El presidente del Gobierno sostuvo ayer que. en estos momentos, España dispone de «una disponibilidad financiera muy solvente y seria» para afrontar una mejor financiación de las comunidades sin que ello repercuta negativamente en la del Estado, avanzando en la autonomía y la corresponsabilidad fiscal de forma «gradual» y sin merma de la solidaridad. En el caso concreto de Cataluña, defendió la necesidad de reconocer que tiene «algunos problemas objetivos de financiación» y un «bajo nivel de inversiones del Estado en infraestructuras» —una de las vías por las que se intenta contentar al «cuatripartito»—.
Avances parciales en financiación
La Agencia Tributaria catalana fue el principal punto de discrepancia entre el Ministerio de Economía y CiU en la reunión que mantuvieron en la tarde de ayer.
En el encuentro, al que asistió el secretario de Estado de Hacienda, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, el portavoz del PSOE en el Congreso, Alfredo Pérez Rubalcaba, el ministro de Industria, José Montilla, y los nacionalistas Artur Mas (CDC) y Josep Antoni Duran i Lleida (UDC), se avanzó en materias como el aumento de la capacidad normativa de la Generalitat sobre determinados impuestos; las relaciones entre la Lofca (la ley orgánica que regula la financiación de las comunidades autónomas) y el Estatuto, y los temas que podrían tratarse en la Comisión Mixta constituida entre el Gobierno catalán y el Estado. Sin embargo, las delegaciones mantuvieron fuertes discrepancias sobre las competencias que asumirá la Agencia Tributaria de Cataluña.
El Ministerio de Hacienda no se opone a que se cree una agencia autonómica, e incluso está dispuesto a gestionar de manera consorciada algunos impuestos cuya gestión es ahora competencia exclusiva del Estado, como el IRPF. Sin embargo esta oferta resulta insuficiente para los nacionalistas catalanes, que quieren gestionar y recaudar todos los impuestos soportados en el territorio de la comunidad autónoma, no sólo el IRPF, sino incluso el Impuesto de Sociedades y el IVA, lo que el Ministerio que dirige el vicepresidente Pedro Solbes no está dispuesto a aceptar.
Los encuentros entre Ejecutivo, PSOE y CiU continuarán hoy, cuando la delegación socialista tiene previsto reunirse también con ERC e ICV. Desde el Ministerio de Economía se insiste en que hay que cerrar cuanto antes este asunto, porque la incertidumbre es mala, en general, para la economía y la inversión.
El régimen lingüístico no cambiará
En relación con el régimen lingüístico, el presidente del Gobierno aseguró ayer que «no va a modificarse el vigente, no cuestionado y recogido en varias leyes, entre ellas una del Parlamento catalán».