Tiempo ha sin escribir... aunque entrar lohago habitualmente.
Escribo sobre la concertada....
Vivimos no en época de cambio sino en un cambio de época. Los valores y estructuras con las que hemos venido funcionando han quedado anticuados.
Hasta hace bien poco la enseñanza se basaba en la transmisión del conocimiento ya que éste existía en las enciclopedias y en las personas. No había un soporte virtual llamado internet que recogiera todo el conocimiento.
El contrato social con la Escuela, entendida como institución educativa, residía en el encargo de la sociedad a ésta segunda para que transmitiera el conocimiento y formara así a personas que desempeñasen una función remunerada en la sociedad. Empezaba así una vida laboral que podía gozar de una relativa estabilidad. Eran tiempos en que uno podía desempeñar toda su vida laboral en una misma empresa.
Eso hoy en día es ya muy difícil y qué decir en un futuro próximo, el de nuestros hijos.
Efectivamente vivimos no en una época de cambio sino un cambio de época. Y todo cambio viene acompañado de interrogantes.
La sociedad actual ya no necesita basar la educación en la mera transmisión de conocimientos (que por siempre será un objetivo educativo en sí mismo) sino en aprender a ser capaz de gestionar un gran volumen de conocimiento que se genera a gran velocidad, que queda obsoleto también muy rapidamente.
La formación actual exige preparar a nuestros hijos e hijas en ser capaces de aprender a aprender continuamente como forma de adaptarse a una sociedad que muta a gran velocidad. Las necesidades de ayer pueden no ser las de hoy y casi seguro que no serán las de mañana.
Es un cambio de época lleno de interrogantes porque las respuestas se dan con la inmediatez que exigen unos interrogantes que caducan rápidamente. Para ello es necesario asumir que la formación continua es la única manera de adaptarse y dar respuestas a este rirmo vertiginoso.
Y la educación ahora mismo exige una formación muy abierta, cambiante, apoyada en nuevas tecnologías, con innumerables programas educativos que tratan de ayudar y acompañar en el proceso de educación integral de las personas. No estamos hablando simplemente de tiempos para desempeñar la educación, estamos hablando también del profundo cambio pedagógico al que nos estamos enfrentando y adecuando el profesorado. En muchos casos de profesores y profesoras que llevan años en la educación está suponiendo un desgaste emocional brutal. Su labor educativa de 30 años basada en una forma de enseñar ahora resulta que es anticuada y nos dicen que toca resetear. El índice de depresiones por incapacidad para subirse a este tren de alta velocidad es enorme.
Y en este contexto de cambio de época se enmarca la Escuela tanto Pública como Concertada y el conflicto que nos está quitando el sueño a familias, profesores y titularidades. Al Gobierno Vasco no le meto porque él mismo ha dicho que es un problema de la concertada. (Sic).
Estos interrogantes, problemas, en definitiva esta disyuntiva no distingue la educación pública de la concertada. El profesor se está enfrentando a los mismos retos, interrogantes, miedos y problenas sea de la Escuela Publica o de la Privada.
La diferencia es que la Publica tiene muchos mas recursos.Y doy gracias que por lo menos ellos lo tienen.
Cuando digo que estoy cansado de la carga de trabajo, como profesor de la concertada me duele que se me responda que si quiero ganar mas dinero me vaya a la pública que para eso han hecho un oposición.
La Concertada hace el mismo trabajo que la Pública pero con muchos menos recursos.
La Concertada damos una enseñanza de calidad con menos recursos y no nos podemos ir a la pública sencillamente porque ningún gobierno puede asumir en estos momentos los gastos que supone una educación 100% pública ( y porque muchos creemos en el proyecto de Kristau Eskola).
En la labor educativa no soy mejor que uno de la pública. Lo tengo claro. Es mas, en la pública tienen una capacidad para generar recursos de gran calidad que en la Concertada no.
Lo único que nos diferencia al profesor de la pública y la concertada es el proyecto educativo. Queremos ambas partes dar respuestas a los mismos interrogantes y retos que exige la sociedad pero lo hacemos desde un proyecto diferente. Un cómo conseguirlo. Nada más. Esa es la riqueza de un estado que da libertad para educar desde diferentes proyectos.
Para ir terminando; creo que un sector importante de educadores y educadoras de la Concertada no buscamos 13 euros más al mes sino que se visibilice que no damos a basto, que es injusto que estemos haciendo tanto con mucho menos. Yo, personalmente, creo que la Huelga no es la forma, creo que hemos fallado en la pedagogía, es decir, hemos fallado a la hora de explicar qué pasa. Hemos perdido a las familias cuando debían ser las primeras en comprendernos y apoyarnos porque nos eligen por nuestro proyecto.
Pero las familias también deben ver que son fundamentales en el proyecto educativo. Que la labor de las familias no se ciñe a demandar derechos como usuarios (clientes) sino que han de ser mucho mas participes en el proyecto educativo. Y las instituciones educativas deben ser mas transparentes y tener menos miedo a que los padres y madres participen.
A partir de aquí todo son intereses politicos, sindicales y empresariales.
Queda un largo camino pero ¿Estamos todas las partes dispuestas a ponernos en marcha?
Un saludo