.........De vergüenza ajena, ver a padres ( y madres ) insultar a los árbitros, a los jugadores contrarios, presionar a pobres chavales que hacen lo que pueden arbitrando, pero pasa en futbol, baloncesto etc, esto no lo arregla ni Dios.....en vez de animar a sus hijos y su equipo, gritando y chillando a un pobre chaval, que si no sería por el, no habria partido.
Una tristeza, padres y madres talluditos y fuera de sus casillas....