El patrón de Hondarribia hace lo que tiene que hacer, lo que el árbitro no está evitando que pase. Esto es como el fútbol, cuando el árbitro es malo - demasiado a menudo en ambos deportes - resulta que el delantero si no se cae después de una falta recibida, no se pita la falta. Esto es lo mismo. Hondarribia podría haber acabado en la calle 5 para no chocar palas y no hubiera pasado nada... ¡¡pero es que va por su calle!! Urdaibai se mete en la calle 4 y se chocan palas por eso.
El problema es la mala imagen que se da. Un árbitro de mar bueno, olímpico, amonesta a Urdaibai y a la tercera le saca la bandera roja y la descalifica ahí mismo, enfrente de la isla. Y se van directos al muelle. El juez de mar estará informado de lo que dice el gps, así que no hay muchas interpretaciones.
Imagino que en Hondarribia habrá bastantes txuriurdines, pero en Urdaibai también hay alguno.