por Allister el Sab Jul 26, 2008 11:03 am
Diego Rivas ha sido absuelto de su 'pena' de entrenarse en solitario en los pocos días que, a priori, le quedan de permanencia en la Real. Después de que el manchego se ejercitara en solitario el jueves y el viernes, con la ayuda de Karla Larburu, en Zubieta, ayer pudo trabajar junto al resto de sus compañeros, precisamente porque estos últimos solicitaron a Juanma Lillo que mientras continuara siendo jugador de la Real, permitiera al manchego gozar del mismo régimen que el resto de los miembros de la plantilla. El técnico no tuvo reparos en aceptar el gesto de la caseta, pese a que Rivas no haya calado hondamente en la misma.
Gracias a la intercesión del plantel, el centrocampista castellano pudo recuperar las viejas sensaciones de ejercitarse en el Z1 de Zubieta. Allí se le pudo ver bromear con su viejo amigo Morten Skoubo, en el poco rato que compartieron sobre el verde, y Rivas llevó a cabo un entrenamiento normal. El jugador quiso agradecer a sus compañeros "el detalle de pedir a Lillo que pueda entrenarme con ellos. Es algo que habla a las claras de la humanidad de este vestuario".
Sobre el entrenador, el futbolista tampoco tiene queja alguna ya que "desde un principio sabía a lo que venía". Lillo fue crudo y claro con él desde un inicio y, por tanto, las cartas están sobre la mesa. "Me dijo que, por circunstancias, no entro en sus planes y que prefería entrenar con los futbolistas con los que iba a contar", manifestó un Rivas que cree que su descarte ha llegado "un poco por todo. Por motivos económicos -su salario es de los más altos- y deportivos. No entro en los planes de la Real ni de Lillo, nos hemos dicho las cosas a la cara y no hay nada mejor en esta vida. A partir de ahí sólo le deseo a la Real que salga de esta situación lo antes posible", añadió.
Sabía a lo que venía
El escenario no admite ambigüedades. Rivas sabe que la situación es irreversible. "Eso lo hemos zanjado desde el principio. Lo mejor para todos es que salga", señaló el manchego que no sabe si "me marcharé mañana, pasado o dentro de diez días. Cuanto antes lleguemos a una solución en la que tanto la Real, el equipo que me fiche y yo perdamos lo menos posible, mejor para todos", concluyó al respecto.
Pese a dos años nefastos en los que primero descendió a Segunda con la Real, hace un año, y acaba de bajar a Segunda B con el Cádiz, Rivas conserva prestigio en el mercado y tiene ofertas. "Se está hablando pero tal y como está el fútbol hoy en día, las cosas hay que hablarlas, volver a hablarlas y hablarlas otra vez", declaró el todavía txuri urdin, que ratificó, como MD informó en su edición del jueves, que ha descartado una prueba en un club inglés. "Me plantearon la posibilidad pero hay otras alternativas que prefiero. Si fuera por mí, no me importaría ir a Inglaterra pero por detrás tengo una familia en la que también debo pensar", concluyó el medio centro que, en condiciones normales, continuará jugando en la liga española. "Agradeciendo a la Real todo lo que ha hecho por mí", dijo. No es poco.