Es verdad que si Badiola tuviera un poco más de mano izquierda posiblemente le hubieran salido algo mejor algunas cosas. Puede ser. Pero también es cierto que, que para tener mano izquierda con aquellos que le han saboteado sus buenas intenciones desde el primer día hay que tener un hígado muy especial. Yo tampoco valdría para aguantarles. No es fácil.
La verdad es, que según veo las cosas desde mi cómoda posición en la que poco tengo que perder salvo las rabietas dominicales por culpa de un equipo que me da cada vez menos alegrías. Ya sabemos quien es Badiola y sabemos también quienes son todos aquellos que llevaron a la Real a lo que es hoy, aqui y ahora. Sacar a Badiola para que vuelvan ellos es definitivamente darle el palo a la lámpara y adiós. Fueron malos e incompetentes, malgastaron muchos millones de una manera imperdonable, esquilmaron a la empresa hasta dejarla sin un duro y hoy no podemos comprar a nadie que valga para ayudarnos a subir. Así estamos. Los que hay, creo, con el respeto que se merecen, que no son suficientes para subir a primera y como siempre pasa, por aquello de que "al perro flaco, las pulgas y tal" los árbitros no ayudan precisamente, la suerte tampoco y las lesiones graves algunas rematan un estado de cosas que pueden desmoralizar a cualquiera.
Me veo en los ejemplos asturianos y creo que vamos a seguir sus pasos. Tenemos sólo dos opciones, una seguir los pasos del Sporting de Gijón y estar en segunda diez añitos o aún peor, bajar hasta el fondo de los infiernos para ir a darle un par de alegrías al Oviedo ganándonos en casa y en Donostia y vengarse de lo que ellos creen que es una deuda que tenemos que saldar. Es fácil siempre buscar culpables. Pudieron haberse mantenido en primera ganando su partido al Mallorca pero no, les resultaba más fácil y cómodo hacerlo exigiéndonos ganar nosotros al Osasuna. En fin, un deporte que además de pasiones involucra hoy muchos millones y muchas influencias tiene y tendrá mucho de esto en lo sucesivo, por eso, el amor a la camiseta es cada día una emoción menos multitudinaria.
¡A por ellos Badiola!, yo no puedo botar por ti porque ni siquiera soy socio pero desde mis adentros estaré contigo mañana. Anda, sonríe un poco de vez en cuando. La vida es dura pero hay que vivirla. Que te apoyen justo los que necesitas para seguir con tu proyecto.
GORA ERREALA
desde Madrid cruzando los dedos invocando suerte para ti y para mi equipo.