por RiojArrieta el Sab Feb 10, 2018 3:42 pm
Nuestro Sistema Emocional suele ser ambivalente. Amamos y odiamos. A veces a la misma cosa. El animal humano es un Juno afectivo.
Al terruño, a las gentes con las que crecimos, al pueblo, villa o ciudad, a la nación o patria, les solemos guardar sentimientos de diversa índole. Ese es el núcleo del patriotismo. Esa es la semilla de los nacionalismos como fenómenos sociales.
A esos objetos que amamos/odiamos los revestimos de "fibra", de humanidad, de interioridad reconocible.
En efecto: no se puede amar una ecuación de segundo grado desnuda. Ahora bien, si a tal ecuación se la reviste de recuerdos, de vida escolar, de buenos profesores pedagogos, de satisfacción al resolver con ella un problema peliagudo, entonces el asunto cambia. Ya puedes amar la fría ecuación por lo que significó en tu vida.
Es decir, el objeto de nuestra sentimentalidad debe ser algo humano, incluso demasiado humano, al modo de Nietzsche.
El otro día publicaba De Prada en el Semanal de Vocento uno de sus grandes artículos. Hablaba el escritor/pensador del amor a la patria. Del patriotismo.
Consideraba De Prada que en la España Democrática había fracasado el proyecto de construcción de un patriotismo español constitucional. Su estimación al respecto es que el corazón humano no puede amar una entelequia fría como puede ser el texto abstracto de una constitución.
Creo que De Prada tiene razón.
Pienso que si se quiere un nacionalismo español constitucional hay construir un relato. Un rico y aglutinante que desemboque en esa constitución. Un relato que la dé a luz, que la para, aún con profusas sangrías y horrorosos dolores de parto.
Tal relato debe partir de la Historia de España ASUMIÉNDOLA POR ENTERO. En sus lados positivos y en los negativos. Y tener en cuenta, esto es muy importante, que cada cual tiene sus propios lados positivo y negativo intransferibles, los cuales, por lo tanto, no tienen por qué coincidir con los del otro.
En mi caso, por ejemplo, Tan historia de España y español es el dictador militar Franco, como el republicano y científico Juan Negrín. Tan poeta español es el derechista Manuel Machado como su hermano, para mí entrañable, el republicano muerto en el exilio de Colliure, Antonio Machado. Etc.
Es decir, hay que integrar.
Y hay que trabajar el lado popular y llano.
Aquí, además de redactar un relato hay que producir canción y paisaje. Hay que hacer poesía del pueblo No basta la prosa. Pero poesía, no basura barata como se tiende desde los medios.
Y hay que cantar. Y cantar todas las naciones y regiones de España.
Por ejemplo, tan español es el flamenco como la trikitixa. Tan española es Pepa Flores como Amaia Zubiría.
Y como en la canción en todo lo demás.
No podemos basar unos sentimientos de españolidad popular basados en lo andaluz, en la torería, en Nadal, Alonso, Iniesta y otros millonarios. Aunque éstos sean respetables. Pero no hay que hacerlos prototipos. Hay otros españoles anónimos que deben ser los verdaderos ídolos. No entremos en la pijotería.
Hay que elevar el punto de mira. Hay que profundizar y trascender.
Pero volvamos al meollo de la conversación.
Se trata de valorar la Historia de España.
Y en la Historia de España viven los castellanos, los navarros, los catalanes, los aragoneses, los andaluces, los riojanos, etc. (Y, atención, los judíos, los musulmanes, los gitanos......)
Todos ellos juntos tomaron parte en la generación de España. Todos colaboraron en el devenir que es nuestra historia y nos justifica como entes históricos y como personas. De no haber sido por ellos ninguno de nosotros estaría aquí.
Algunos españoles, los gallegos, vascos y catalanes, poseen, además de la nación histórica común, otra nación histórica con idioma propio. O sea, Galicia, Euskalerria y Cataluña. Enhora buena. Eso es una riqueza cojonuda. Pero, por favor, ese plus diferencial no debe ser motivo de ningún sentimiento supremacista ni de caldos de cultivo de odio al resto de españoles.
Creo que los nacionalismos periféricos de España están bien. Cuando la cagan, y bien cagada, es cuando intentan una separación artificiosa y antiespañola. Realmente se empequeñecen humana y socialmente. Pero su alienación emotiva les impide darse cuenta de ello. Lo estamos comprobando ahora con el problema catalán.
Otro tipo de españoles, tan peligroso y nefasto para España, e incluso más nefasto por lo paleto y fachoso son los llamados "separadores".
Se trata de individuos intransigentes que se tienen por los únicos depositarios de la verdadera esencia española. Estos tipos-as se creen que la única forma de ser españoles es la suya y detestan a todos los demás españoles que conciban la españolidad de otra forma. No son los fascistas, no. Aunque quizá haya fascistas que piensen de esa forma rudimentaria. En realidad creo, sólo creo pues no conozco bien ese mundo, que movimientos fascistas españoles que asumen perfectamente la españolidad caralana o la vasca o la gallega.
Yo me refiero con "Separadores" a esas torpes molleras alicortas y mostrencas que no se dan cuenta, en su inopia, de nada que no sea su limitado horizonte vital de españolidad. Además causan mal a mansalva. Porque resulta que este tipo de gente abunda. Y muchos de ellos son personas públicas de los más variados ánbitos. La política, la comunicación, y la vida cotidiana.
Son los que, creyendo epatar al personal exclaman por ejemplo ahora con Cataluña: ¡Venga, que sí, que vamos a votar todos los españoles en un referendum por la independencia y va a salir que sí, yo voto que sí, que se vayan a tomar por saco!. U organizan boicot a productos catalanes y demás palurdadas por el estilo.
Tales ejemplares tienen su contrapunto en los separatistas periféricos, catalanes, vascos y hasta gallegos, que recitan sus vivas monocordes y agitan sus banderas en monocarril, creyendo que epatan y subvierten, cuando en realidad lo único que hacen es manifestar su pobreza ideológica.
En fin. Dicho todo lo cual, considero que el Descubrimiento y la Colonización de América por parte española fue una empresa histórica del tamaño de las grandes empresas de los pueblos de la Tierra. Y no entro a valorar si otros hitos históricos fueron más o menos que el nuestro. Lo que valoro es que en esa extraordinaria empresa tomaron parte nuestros compatriotas, vascos, catalanes, castellanos, navarros, riojanos, andaluces, valencianos, gallegos, extremeños, sí muy grandes los extremeños, etc. etc, y todos ellos, llevándose bien o mal, pero juntos fueron capaces de generar un Vector Resultante grandioso: LA AMÉRICA HISPANA.
Como el hilo es Patriotas Vascongados hay que enfatizar que la presencia vasconavarra/navarra en la empresa fue impresionante y que los vasconavarros estuvieron en TODO EL ESCALAFÓN. Fueron generales, capitanes, sargentos y tropa. Y ello está plenamente demostrado. Y hay un concepto que permaneció siempre: LA LEALTAD A LA CORONA.
Por ello, el Descubrimiento y Colonización de América debe ser para el Patriotismo Constitucional Español un Lugar Sagrado. Un Altar.
A pesar de los muchísimos excesos, atrocidades, crimenes, etc que los españoles, sin duda, cometieron. Y que hay que reconocer.
Un saludo.