por Jacques el Mié Dic 12, 2018 7:31 pm
RiojA
El movimiento o más bien protesta de los chalecos amarillos, viene de una acumulación de nuevos impuestos para la clase media y baja, en una economía atrofiada que coincide con un aumento de gastos del estado y una bajada de impuestos para las empresas y para los ricos. Los muy ricos, como dijo Hollande.
A esto se le añade el desprecio insondable de Macron para con la gente que “no es nada”, según él. Mientras tanto los miembros (pletóricos) del gobierno circulan en helicópteros, aviones privados y públicos y los “consejeros” de los ministerios son aumentados en un 27%. Y la estructura del estado, cada vez más centralizada, no cambia.
En resumen, por todas estas razones aumenta el déficit en 55 000 millones de euros y Macron trata de reducirlo con nuevos impuestos y con la reducción de las pensiones. Todo esto sin ninguna explicación y con un comportamiento con el público en sus desplazamientos totalmente aberrante.
La gota de agua que ha hecho desbordar el vaso ha sido el anuncio del incremento de los impuestos del combustible, luz y electricidad para el próximo mes de enero. Bueno y su política “para salvar el planeta” que consiste en erradicar de nuestras carreteras los vehículos actuales para cambiarlos por coches eléctricos mucho más caros que la mayoría de la gente no puede comprar..
Bueno, todo esto y más cosas, la lista es larga.
El movimiento de los chalecos amarillos no está organizado ni liderado por nadie. Nació de una declaración por youtube y una petición en change.org para la supresión de los nuevos impuestos a la que han suscrito un millón de cibernautas.
A todo esto se le han añadido toda serie de reclamaciones, tipo poder para el pueblo, distribución de todas las riquezas, demisión de Macron y su gobierno, convocación de estados generales del pueblo etc. etc.
Un movimiento de este tipo, PACIFICO, a pesar de las revueltas de unos cuantos en París, Toulouse y Bordeaux, sin líderes, sin programa preciso, está destinado a morir. Yo sigo con ellos porque no tengo nada que hacer y porque así conozco la gente de mi pueblo, gente humilde por lo general, que me cambian de los sesudos y vacios razonamientos de los afiliados a los diferentes partidos. Entre nosotros nos guardamos muy mucho en entrar en discusiones políticas que no llevan a ningún sitio.
En conclusión, la popularidad de Macron está por los suelos (un 20% según encuestas), ha soltado unas cuantas migajas y sobre todo anulado las próximas subidas de impuestos. Ha hecho votar una ley contra las “fake news” completada por el acuerdo de Marrakech que te impide toda crítica sobre la inmigración la que nos cuesta un potosí y que desarticula la seguridad de nuestras grandes ciudades.. Vamos, que ha puesto una mordaza a su oposición.
Y así está el patio querido RiojA.