Este domingo tenemos un nuevo partido ACB y esta vez nos toca viajar a las “Islas Afortunadas” para enfrentarnos al Gran Canaria.
La trayectoria del Gran Canaria en la ACB es decepcionante. Con una plantilla a priori muy competitiva, se encuentra luchando por evitar el descenso, siendo uno de los pocos equipos a los que hemos ganado.
Gran parte de ello se debe a tener que compatibilizar la ACB con una competición tan exigente como la Euroliga (que implica tener dos o tres partidos por semana), y que en el caso de Gran Canaria supone hacer todavía más kilómetros que los demás equipos, por la cuestión geográfica.
Esta mala trayectoria provocó el cese de su entrenador, Salva Maldonado, que fue sustituido por Víctor García, un hombre “de casa”, quien tampoco está consiguiendo enderezar la situación.
A pesar ello, que nadie tenga ninguna duda de que Gran Canaria es infinitamente superior a nuestro GBC, entre otras razones porque en estos momentos cualquier equipo ACB es superior a nosotros.
Por eso, nos toca ver otra “película” como el partido de Burgos, en la cual igual aguantamos algunos minutos pero es cuestión de tiempo de que nos vengamos abajo y nos pasen por encima.
Y es que nuestro equipo, además de su limitado nivel, tiene un grave problema de confianza. Somos un equipo perdedor y estamos en una dinámica negativa en la que veo muy difícil que haya cambios mientras Valdeolmillos siga de entrenador.
Así que nos toca volver a perder (ojalá me equivoque), y nos queda rezar para que alguien “ilumine” al Consejo y éste tome medidas aprovechando el parón que se produce con la Copa y la “Ventana FIBA”.
La siguiente cita en Illunbe es el domingo 3 de marzo contra Valencia. Si para entonces todo sigue igual, es que el Consejo ha arrojado definitivamente la toalla y deja que el barco navegue a la deriva, directo hacia los iceberg.