por Erreala81 el Mié Oct 02, 2019 10:27 am
Se titula - > Para crecer hay que jugar, rescato los mejores párrafos;
La Real ha elegido un camino. Hecho está. Cuando la pasada temporada terminó con el amargo sabor de boca de la derrota en Cornellà, uno de los análisis generales del concluido curso resultó unánime: Aihen y Barrenetxea, sus irrupciones, suponían las mejores noticias del año. Sin embargo, el club ha reforzado durante los meses posteriores las demarcaciones de ambos.
los partidarios de explotar el mercado no pueden negar la mayor: si pensamos en la progresión de los futbolistas a los que tanto alabábamos hace solo cuatro meses, los recientes movimientos estivales han supuesto una auténtica faena. Un freno en toda regla.
No deja de resultar curioso que el mejor ejemplo sobre la necesidad de competir de las jóvenes promesas resida en uno de los refuerzos de la Real para el presente curso. “Al final de la pasada temporada, sentí que no sería bueno volver al Real Madrid. Para los jugadores jóvenes, y para mí en este momento, resulta muy importante tener minutos. Y lograr eso en el Madrid se haría muy difícil ahora. Hay muchos futbolistas buenos allí, una competencia muy grande”. Palabra de Martin Odegaard. Tiene más razón que un santo. Aunque, claro, el noruego se equivocaría de cabo a rabo si le aplicáramos a él la teoría que muchos utilizan aquí con los canteranos que derriban la puerta. Traducido: si Aihen va a crecer al lado de Monreal, Odegaard se tenía que haber quedado en Madrid, para crecer en Valdebebas al lado de Modric y Kroos. ¿Verdad? Pues no. Si el escandinavo tiene la cabeza bien amueblada, como dicen quienes le conocen, es por decisiones como la que para él implicó venir a Donostia.
En clave txuri-urdin, lo peor de todo esto se encuentra en que, dentro de un tiempo, cuando al propio Aihen o a Barrenetxea les llegue una oportunidad, pediremos que se salgan del mapa a las primeras de cambio. No lo harán. Y resultará lógico. Cuestión de ritmo. De poco ritmo, más bien. Vendrán entonces las sentencias y los juicios facilones. “No han dado el nivel”. “Se tienen que ganar el puesto”. “Deben demostrar sobre el campo que pueden jugar en la Real”. ¡Como si no lo hubieran hecho ya! Si ahora pretendemos que no acusen la inactividad, es que no entendemos bien cómo funciona esto. Lo cual tiene delito. Porque ahí está nuestra historia, repleta de generaciones que han ido a más con el paso de los años.
Arconada recordando a valenciano y bocadillosgratis que la Real es algo mas que una empresa que compra jugadores: "No hay más secreto de la cantera, por tradición, identidad y fianzas"