Zaunka escribió:Una parte muy importante de este asunto está en la interpretación del artículo 31-3c.
Dice así:
Se prohíbe la venta o el suministro de bebidas alcohólicas en los siguientes lugares:
...c) En las instalaciones en que se celebren competiciones deportivas...
Parece más claro imposible: no se puede vender alcohol en los campos de fútbol. Pero no, con a suficiente dosis de mala fe se puede malinterpretar (o interpretar de otra forma) un artículo tan sencillo.
El legislador quiso claramente prohibir el alcohol en los recintos deportivos, pero el ATB y otros clubs afirman que ellos entienden que no se puede vender alcohol MIENTRAS se esté celebrando una competición deportiva. Es decir, que se prohibe no en un lugar (el campo) si no en un hecho (el partido). De ahí que vendan alcohol antes y después del partido e incluso en los descansos.
Una mala fe impresionante que sin embargo no ha molestado especialmente al Gobierno Vasco, que no tiene ningún inconveniente en hacer la vista gorda ante este atropello a la ley.
En cualquier, este punto no explica porque si se podría vender alcohol antes y después de los partidos, ejem, en los palcos y no en las zonas reservadas al populacho.
Egun on !!
Y fíjate que no lo cuestiono, seguro que es así. Pero en todos y cada uno de los campos de futbol de cada pueblo de Gipuzkoa que hemos visitado acompañando a los txikis, en todos, me he tomado, antes, durante o después del partido o lo que toque, un pintxito de txistorra y el vino correspondiente, cosa que me sienta fenomenal dicho sea de paso.
En Landare y durante el partido de rugby de la primera categoría a nivel nacional, te bebes las cervezas que te salgan del cañero...
En Anoeta y el primer partido de la primera fase de renovación, es decir, contra el Barsa la temporada pasada, hasta 15 minutos antes hubo cañeros en todas las barras del campo, servidor disfrutó de una buena birra en aquella primera y última ocasión. Servidor también y esta misma temporada ha tenido la oportunidad de estar en el palco presidencial por motivos que no vienen a cuento, pero estuve y doy fé de ello. Hubo alcohol hasta 15 minutos antes del partido, y en ningún caso antes de finalizar, por motivos de movilidad salimos 5 minutos antes del pitido final, ni durante ni en el descanso, eso os lo garantizo, otros palcos no lo sé, pero en el presidencial es así.
Reivindico yo también que podamos entrar media hora antes al campo y podamos tomarnos tranquilamente una cerveza sin tener que pegarnos, en el Atano, en el Txamarta, el Maite o donde cada uno acostumbre... y no por capricho, si no porque también ocurre en los palcos y en todos y cada uno de los pueblos de Gipuzkoa...
Gora Errealaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa !!!!!!