por dick-turpin el Sab Jun 20, 2020 1:58 pm
Comparto en gran medida las bases de análisis de Xabier-11 (con algo menos de confianza en Guevara, quizás por mi menor conocimiento del jugador), de xaguzar (aquí acotando le relevancia de la idoneidad del jugador en aras de su calidad) y de esceptico (aunque su propuesta me resulta un punto “liquidacionista”), aun así voy a intentar reflejar mi visión de la causa de las distintas situaciones de la Real, en ocasiones incluso opuestas entre sí.
Creo que el origen de todo (de sus éxitos y de sus penurias) radica en la propia composición de la plantilla.
La portería está asentándose, pero aún no ha alcanzado el nivel de un equipo aspirante a Europa.
La defensa que considero titular (Zaldua-Llorente-Le Normand-Monreal) muestra limitaciones: calidad, seguridad, maduración y edad, respectivamente, y algo muy importante para cualquier línea del equipo y quizás aún más para esta: continuidad ¿cuántos partidos se han alineado estos cuatro a la vez?, problema este agravado por la incorporación de un portero titular nuevo y tras un año de inactividad. En conclusión, una defensa propia de un conjunto de la zona media-baja de la tabla.
El centro del campo Illarramendi-Merino-Ødegaard es, con gran diferencia, nuestra mejor línea, digna de un equipo de Champions.
La delantera, supongamos a Portu-Willian-Oyarzabal como titulares, tiene un nivel aceptable, acorde con nuestra situación en el escalafón presupuestario, medio-alto.
Este equipo, con sus más y sus menos, ha sabido encaramarse en la clasificación merced a dos factores: una fuerte presión (señalada por esceptico) y la gran calidad de algunos jugadores.
Pero entremedias también ha dejado malos partidos, esos en que, al no sacar a relucir las dos virtudes anteriores, nos hemos convertido por dos horas, en un conjunto romo incapaz de llegar a la portería contraria, cuando no en un equipo roto por el eje y partido en dos (esto en las menos) ¿Por qué?
Mi opinión es que también esto se debe a la confección de la plantilla, en este caso a ese grupo de jugadores que va del 12º (primer teórico suplente, de haberlos) al 25º, catorce futbolistas cada vez más con mayor protagonismo en la marcha y resultados del equipo.
En la portería no se ve mayor problema, aunque Moyà no haya tenido que intervenir, o quizás por ello.
La defensa es otro cantar. Los laterales (Gorosabel-Aihen) bajan sensiblemente el nivel sobre los titulares. Para el centro solo nos queda Elustondo (con quien sufro cuando lo veo en esa posición) y la reubicación de Zubeldia (también con poca envergadura); nos desprendimos de los demás. Estos son dos jugadores, catalogados como polivalentes, que cuando juegan en una posición y no lo hacen bien se dice que se debe a que la suya es la otra y lo mismo cuando es al revés. Pero, aunque en una u otra siempre terminan jugando (y generalmente de principio), ¿no será que “la suya” no es ninguna de las dos? Si ya la defensa para mí titular me parecía floja, de un equipo de la zona media-baja, con esas alternativas en el banquillo…
En el centro del campo está, a mi entender, la síntesis de los éxitos/fracasos de nuestro equipo. Ese trío, que he definido como de conjunto Champions, no tiene a nadie detrás en el banquillo. No me refiero solo a nadie de su alto nivel –sería comprensible- sino que tampoco a nadie que, aunque con distintas características (ahí entraría la tesis de xaguzar) pudiera desempeñar el mismo papel, es decir, un pivote completo que robara y creara, un hombre que hiciera el acordeón arriba y abajo y un futbolista a quien correspondiera la responsabilidad de la jugada en tres cuartos, un cerebro. No tenemos, de momento, a nadie capacitado para asumir alguno de esos tres roles: no me refiero a tan bien como los titulares, ni siquiera con sus mismas características, sino con cierto resultado ¿Qué nos sucede por ello? Pues que si por un pico bajo de forma física (como podría ser en este momento) un jugador no puede mantener la fuerte presión señalada o si por un marcaje especial del contrario (o simplemente por su poco acierto ese día) se ve disminuido en su participación en el juego, no puede ser sustituido por falta de recambio válido. Hemos padecido la baja de Illarramendi y la hemos mediosuperado no con el juego de sus sustitutos sino con un aporte aún más extraordinario de los otros dos centrocampistas titulares, que tampoco son incombustibles. Y si ya nos falta uno de ellos como en Mendizorroza…
La parte de arriba con Januzaj-Isak-Barrenetxea se ve bien cubierta. En el caso de Ander más por la fe que tengo en él que por lo que ha podido demostrar. Se da la circunstancia de que estos tres teóricos suplentes, además de calidad, aportan características diferentes a las de los titulares, abriendo el abanico de posibilidades de juego, aspecto siempre positivo.
Se habla mucho del poco acierto de Imanol en rotaciones y cambios durante el partido. No lo voy a defender, porque creo que algo hay, pero quiero repetir que, en general, me cuesta valorar a los entrenadores –al menos mientras estos no (se) desquician- y que hay que dar la importancia que tiene a este tema de la plantilla.
Para la temporada que viene, pienso que convendría reforzar la defensa –especialmente el puestpo de central izquierdo- y el centro del campo, sobre todo en las posiciones ocupadas por Merino y Ødegaard. Eso incluso quedándose el noruego. Que si se va…
Serían tres incorporaciones de nivel, de las que cuestan dinero en el mercado. De tratarse de ascensos del Sanse, deberían ser futbolistas que creen expectativas de éxito seguro, no de esos que tantas veces hemos visto de “por edad”, “para testarlo”, “porque destaca en 2ªB”… Eso solo sirve para llenarnos de fichas estériles.