Bonita de verdad ha sido esta Vuelta, con bellas imágenes plasmadas por ETB1 y lucha cerrada en las rampas de Arrate y de Aia (aquí, hasta del 22%), así como en la contrarreloj de Orio. Samuel quedó descartado para el triunfo final en la primera etapa, perdiendo 1:39; Joaquín Rodriguez, ganador de la etapa de ayer, perdió tiempo en Arrate; Gesink, a un segundo del líder de la general, cayó ayer en una curva (también cayeron en el mismo sitio Peraud y Amets Txurruca, éste con fractura de clavícula), y Andy Schleck no se hallaba lo suficiente fuerte como para plantear batalla.
Gran igualdad de fuerzas entre Valverde y el norteamericano Horner, quienes han encarado la última etapa con una ventaja de Alejandro de un solo segundo. Nada en realidad ante una crono de 22 km de carretera estrecha y sinuosa en su mayor parte y con desniveles bastante importantes. Sin embargo, cuando nos daban referencias del mismo tiempo entre ambos favoritos, o de un segundo a favor de uno u otro, pensaba que quizá ese segundo bastaría. Luego Valverde se ha colocado por delante con tres segundos de ventaja, pero pronto le ha remontado Horner. Uno, dos, cuatro, seis…; la ventaja del norteamericano aumentaba implacablemente, hasta colocarse a 16 segundos a falta de cuatro o cinco km para la llegada. “Todo perdido”, me decía, contrariado. Sin embargo, la ventaja ha comenzado a disminuir, no sé si por un esfuerzo supremo de Alejandro o el cansancio de Horner; pero la llegada estaba ya muy cerca. Demasiado para neutralizar la ventaja. Al final, ocho segundos les han separado en la meta, y siete en la general.
Horner se ha llevado la etapa, seguido de Valverde. Samuel ha sido 6º e Intxausti, 5º, lo que le ha servido para hacerse con el tercer escalón del podio.