Por una razón muy sencilla, lo quería todo. General, regularidad, y montaña. Si llegó a esprintar al ver una pancarta del PCF, y confundirla con una meta volante. ¿Y qué hacía grandes a sus rivales? El vencer a alguien casi invencible. Las victorias sobre “el caníbal”, si eran victorias; las concedidas, son regalos en papel de seda. Como ocurrió ayer, antes con Indurain, y otras por el estilo. Distinto es cuando dos se van de largo, y distancian al resto. Puede ocurrir que uno tenga más posibilidades en la general que el otro, y se repartan el podio de ese día. ¿Pero lo de ayer? Lo de ayer, es el reflejo de alguien sin personalidad combativa, Alberto Contador. Acobardado por las injustas críticas sobre su actitud cuando a Schlek se le salió la cadena de la bicicleta, fruto de su no saber andar en bicicleta. Como dijo Bernad Hinault, el último grande del ciclismo, “el caimán”: “Primero, que aprenda a usar el cambio”.
En la etapa de ayer, el Tourmalet, perdió gran parte de su leyenda, y no por culpa de la montaña, si no de dos ciclistas muy blandos. Unos, Schlek, porque poco más tiene que dar en el ciclismo, y otro, Contador, porque no tiene el hambre de sangre que solo los grandes tienen. Muy probablemente, va a pasar a la historia del ciclismo como un grande, con este, si nada ocurre, serán tres Tour los que gane, una Vuelta, y un Giro, junto a otras pruebas importantes. Probablemente, no llegue a siete victorias en el Tour, pero las cinco, están a su alcance. Puede ampliar el palmarés en Vuelta, y Giro, y situarse junto a otros, pero muy lejos de Merkx, y lejos de Hinault. Para estar con estos, ha de ser implacable con sus rivales. Nadie se lo va a reprochar.
No tendría yo mucha estima, de ser ciclista, con victorias concedidas, y más, después de un gesto como el de ayer de Contador, que mientras el niñato de Schlek, le miraba pidiendo, y exigiendo relevos, el de Madrid, le arrancó, como diciendo: “O me dejas tranquilo, o te quedas sin etapa.”. Porque si Contador hubiese querido, se hubiese llevado la etapa en ese arranque, o en otro posterior. La lucha de ayer de Schlek, no era por desbancar a Contador, se sabe derrotado desde el inicio del Tour, era para ampliar tiempos sobre Samuel, y Menchov. Contador ayer, debió ganar la etapa. Se lo debía al ciclismo, y esa deuda, va a tardar mucho en pagarla.
Saludos cordiales.