por Wav el Dom Nov 19, 2006 10:15 am
Sigo reafirmándome en mis teorias. Creo que Davis es perfectamente a provechable y es mas, pienso que acabará haciéndolo muy bien. Otra cosa es que la relación con el entorno mas directo(club) se haya ido deteriorando y esto sea insalbable.
Ahora estamos ante una gran oportunidad. Esta situación puede beneficiar al equipo, en vez de perjudircarlo. Me explico:
-Por un lado, tiene que venir un jugador a sustituirle (Fajardo), y en este tiempo demostrar su vallía.
-Por otro lado, un jugador como Amador, tiene una gran prueba de fuego que superar desde hoy mismo (Barcelona), que no es otra que demostrar si esta dispuesto a jugar minutos y realizar aportaciones de calidad a este equipo y dejar de ser una mera comparsa en los calentamientos.
Dicho esto, creo que en cuanto al primer punto (Fajardo), no debería de tener ningún problema para demostrar su calidad, pero en cuanto al segundo punto, si en este tiempo Amador no demuestra ser ninguna garantía para el equipo, creo que caeriamos en un grave error en echar a Davis y mantener a Amador. Estoy seguro de que Davis mejoraría ostensíblemente su rendimiento, con un jugador de calidad a su lado, con el que tenga que competir los minutos. En cualquier caso el beneficiado siempre sería el equipo, que tendría mas efectivos y por lo tanto mas opciones.
Yo siempre he defendido, que lo que necesita el equipo es tener mas jugadores de calidad (entre 10 y 11), dispuestos a aportar en cualquier momento, que es lo que tiene cualquier equipo ACB. Nosotros recargamos toda la responsabilidad sobre 5 o 6 jugadores y los estamos machacando, deteriorando y desprestigiando.
Creo que demostramos ser muy poco AMBICIOSOS, cuando queremos cambiar un jugador de nivel (Davis), por otro (Fajardo), cuando tenemos 3 jugadores en el banco, que no aportan en competición absolutamente nada. Ese es un lujo que un equipo ACB y menos un recien ascendido, no se puede permitir. Es nuestro verdadero problema.
Dejemos de ser CUTRES y seamos AMBICIOSOS, a ver si montamos de una vez un EQUIPO de verdad.