por Estico el Dom Nov 28, 2021 10:02 am
… tiene un tesoro. ¡Y qué tesoro! Tras un primer cuarto bueno con Madden, en el segundo el equipo empezó, salvo Mariam que seguía a lo suyo y Cornelius, a transmitir malas sensaciones, aunque a la mitad consiguieron estar parejas. Durante estos dos primeros cuartos el tiro exterior prácticamente no existió, pero, afortunadamente, nuestra estrella nos ha mantenido con sus puntos y brega a pesar de que se le echaban varias encima. Sin embargo, en el tercer cuarto se acumularon despropósitos e inseguridades, juntándose el cansancio de la base titular a una falta de físico y concentración en el resto, en especial en Yurena, que tras perder varios balones lo remató una antideportiva. Lamentablemente, a ese estado físico y mental se unieron María, Harden y varias otras, y la ventaja se evaporó hasta quedarnos por detrás. Casi durante todo el partido tuve la impresión de que nuestras exteriores no encontraban espacio para tiro mientras que las suyas tenían una autopista; 26 a 17 triples intentados, es demasiada diferencia, máxime cuando debería ser uno de nuestros fuertes. La cosa no pintaba bien hasta que en el último cuarto Coulibaly absorbió el juego en todo el campo, anotando y reboteando como una posesa, y digo posesa, porque hubo varios rebotes en que se contorsionó como la niña del exorcista. Con ello consiguió arrastrar al final a varias compañeras y acabó, como no, corriendo la pista en un contrataque contrario y poniendo un tapón. He visto unos cuantos partidos y pocas veces he disfrutado como un@ jugador@ que se echa un equipo a la espalda de esa manera. ¡Y encima, al final, disfrutaba como una niña humilde cuando sus compañeras le zarandeaban! ¡Qué gozada!