por silversurfer el Mié Abr 14, 2021 10:46 pm
La FÍSICA CLÁSICA explica muy bien el macrocosmos. La mecánica celeste está perfectamente determinada mediante la gravitación universal y las tres leyes de Newton. Estas no van a cambiar nunca. Además son leyes muy simples. La naturaleza elige siempre el camino más corto y la explicación más sencilla. Pero las cosas no habían sido siempre así. Cuando se pensaba que la Tierra era el centro del universo, los movimientos del sol y de los planetas eran complicadísimos de describir. Los planetas, vistos desde la Tierra inmóvil como sistema de referencia hacen rizos (retrogradaciones) en el firmamento y los astrónomos añadían epiciclos y ecuantes al modelo anterior para explicar los nuevos movimientos observados. La situación llegó a ser insostenible. Tan sólo hizo falta un cambio de origen de referencia en el sistema solar, la Tierra por el Sol, para simplificarlo todo.
Con el mundo subatómico está pasando lo mismo. A medida que se descubren nuevos efectos, nuevas partículas, nuevas reacciones, hay que modificar el modelo anterior a base de parches, correcciones, hasta construirse modelos cada vez más complicados y lejanos a la simplicidad natural. En el caso del microcosmos los colisionadores de partículas nos permiten añadir fenómenos que desconocíamos en el mundo subatómico, así como confirmar otros que predecíamos. En el caso de la astronomía, el equivalente a los colisionadores fue un gigantesco cuadrante angular que Tycho Brahe construyó en una isla de Dinamarca, cuyas observaciones y mediciones obligaron a corregir las teóricas de los planetas y de los astros, haciendo el geocentrismo insostenible.
La situación se está repitiendo hoy en situaciones como la que el artículo describe. El modelo estándar de partículas y la electrodinámica cuántica son aproximaciones en permanente evolución, cuya creciente complicación indica que debemos cambiar de "sistema de referencia" como ocurrió en el paso del geocentrismo al heliocentrismo. Cuando esto ocurra, la física subatómica se simplificará. Desde el paradigma actual es artificialmente complicado.
Debemos hacer un giro copernicano.
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