por silversurfer el Dom Ene 23, 2022 12:28 am
Acabo de ver "EL SÉPTIMO SELLO" de Bergman. El fanatismo religioso con el que se enfrentan los medievales a la peste es el mismo fanatismo (esta vez pseudocientífico) con el que los políticos se enfrentan a la pandemia.
En una procesión, durante la película, se va a fervorosos penitentes flagelándose para apiadar a Dios, por el castigo divino que constituye la peste.
La misma relación veo yo entre los vacunados no pertenecientes a grupos de riesgo y el final de la pandemia. Se flagelan con una vacuna que no les va a evitar contagiarse, ni les va a salvar la vida, ya que en su caso, ésta no corre peligro.
No niego que haya una población de riesgo a la que proteger con la vacuna. Pero vacunar por vacunar de manera indiscriminada es un absurdo. Otro gallo cantaría si la vacuna cortase la transmisión. En ese caso, la vacunación total acabaría con el virus.
"No veo fútbol femenino ni lo veré. No voy a mentir para ser un bienqueda. Si me preguntas tres jugadoras de la selección, no te las digo" Julio Maldonado "MALDINI" en EL MUNDO