"El fin justifica los medios" dijo Maquiavelo. Parece que los políticos se han tomado al pie de la letra las palabras del autor de "El Príncipe", en la lucha contra la pandemia.
Pero no se vayan señores... que aún hay más. Dando una vuelta a la tuerca de las palabras de Maquiavelo, pervertimos la distinción entre "medio" y "fin" e invertimos la situación. Ahora la vacunación ha dejado de ser un medio contra la pandemia para convertirse en un fin en sí mismo. Lo importante ya no es acabar con la pandemia sino vacunar al ciento por ciento de la población.
Por ejemplo, en vez de vacunar a las embarazadas, con el riesgo que una vacuna comporta para el feto, ¿no sería mejor extremar las precauciones para evitar su contagio? Inoculando una vacuna asumimos un riesgo; evitando un contagio no asumimos ninguno. Lo mismo ocurrió con el SIDA. En lugar de fomentar la monogamia y la abstinencia, se fomentó el uso del preservativo con la campaña "Póntelo, pónselo".
Es evidente que la población de riesgo debe estar vacunada. Pero intentar vacunar al 100% de la población es convertir un medio en un fin en sí mismo. Y eso es un error de bulto.