No voy a hablar del argumento. No quiero desvelarlo para que cada cual lo descubra por sí mismo. Tan solo decir que la serie es magnífica. Frente a la blandenguería y a la corrección políticas impuestas ambas desde Occidente, Asia nos propone un ejercicio liberador. El éxito de la serie radica en la ruptura de las cadenas que nos aprisionan dentro de una caverna mediática, la nuestra, en la que parecía que estábamos prisioneros sin escapatoria. Veo la luz. Intuyo al SUPERHOMBRE nietzschiano.
¿Misoginia? ¿homofobia? ¿violencia extrema?.... los ñoños seguidores de SOROS acusarán a la serie de dañina. Además dirán que los niños no deben jugar al juego del calamar. Pero lo que de verdad quieren es convertirlos en ZOMBIES a su servicio. Demagogia.
El futuro es ASIA. Para lo bueno y para lo malo. El éxito de la serie demuestra que la progresía no tiene nada que hacer. La naturaleza humana es la que es. Todavía hay un hilo de esperanza.
El genial COLLODI anticipaba la serie en el siglo XIX con su PINOCHO y la Isla de los Juegos.